Esta mañana, tras un viernes 13 trágico que ha conmovido a medio mundo, nos hemos levantado todavía con mal cuerpo aquí en París. Por mucho que los hechos transcurrieran unos distritos más al norte de donde vivo o que hayamos comprobado que todos nuestros compañeros y amigos están bien, todavía no se nos quita el susto (ni a nosotros, ni a nuestros familiares, que desde la distancia lo están sufriendo mucho más). Nos han comentado que, decretado el estado de emergencia, era recomendable no salir a la calle, encerrarse en casa y esperar noticias. Algunos no nos hemos podido aguantar. Hemos querido echar un vistazo a la ciudad que desde hace tiempo nos acoge con los brazos abiertos. ¿Ha cambiado? ¿Cómo está París? Parece que las cosas se entienden mucho mejor cuando se ven, así que me he decidido a fotografiar algunas partes emblemáticas de la ciudad para ver cómo han quedado. Aunque por momentos se te olvida lo que ha sucedido, es imposible no percatarse de cosas que ayer por la mañana eran muy diferentes.
CALLES CASI DESIERTAS
Hemos paseado por el centro, por el distrito 5 hasta la catedral de Nôtre Dame de París, donde hemos podido comprobar esquinas y pasos de peatones que, habitualmente están abarrotados, sin gente, sin coches. Únicamente con algunas pocas decenas de turistas japoneses que no pueden desaprovechar los miles de kilómetros hechos para llegar a la mágica ciudad de la luz. Entre los pocos visitantes, varios militares ataviados con su uniforme y con arma en mano, velando por la plaza.
CIUDAD CUSTODIADA
Y como era de esperar, los monumentos más emblemáticos de la ‘ciudad del amor’ cerrados. Aunque no solo esto, las tiendas, los famosos ‘bateaux’,… todo excepto los restaurantes y algunas tiendas de souvenirs, que se mantenían fieles a su día a día.
ESTABLECIMIENTOS Y MONUMENTOS CERRADOS
PRESENCIA POLICIAL CONSTANTE
Y entre tanto silencio, más y más coches de policía. Hoy, al menos, no hemos oído helicópteros (algo que ha formado parte de la banda sonora de la pasada noche). Nos hemos quedado sorprendidos, además, al ver varios camiones llenos de militares desplazándose por el ‘Quai d’Orsay’ en dirección, aparentemente, a la Torre Eiffel.
Conforme caía la noche (a las 17h ya empieza a estar todo oscuro), hemos caminado hacia la Torre Eiffel. Hoy, por primera vez desde que vivimos en París, la hemos visto apagada. Algo que, la verdad, estremece. El símbolo de la ciudad, y de todo el país galo, apagado y viviendo el luto que ahora mismo comparten todos los franceses, y gran parte del globo.
LA TORRE EIFFEL APAGADA
Se encendían las luces de la ciudad, pero la Torre seguía así, a oscuras. La Asamblea Nacional, donde se decide el devenir de los franceses sí se iluminaba.
El Sena ha estado más tranquilo que nunca. Los barcos turísticos estaban todos parados. Hemos podido contar unos tres en toda la tarde, cuando lo habitual es que no cesen en ningún momento.
CALLES CORTADAS POR LA POLICÍA
Volviendo al coche hemos pasado ante la Asamblea Nacional. La calle contigua a esta estaba totalmente bloqueada por coches policiales, y hemos podido ver lo que parecía un robot comandado desde la distancia. No sabemos si se ha tratado de algún artefacto sospechoso que trataban de manipular. No lo hemos llegado a saber, puesto que un policía me ha pedido que parara de hacer fotos y continuara mi camino.
Antes de volver a casa hemos querido conducir por los distritos del norte. Hemos pasado por delante del Moulin Rouge, en Pigalle, que también estaba apagado. El Sacre Coeur, en cambio, sí estaba iluminado. Sorprendía la poca gente que paseaba por sus calles, sobretodo al tratarse de una zona habitualmente muy concurrida. Ya de vuelta hemos pasado por el 10éme, donde sucedió todo. La sensación era también muy tensa. En la plaza de Republique hemos visto que había una pequeña multitud de personas concentradas, además de los medios de comunicación, que se han trasladado a la zona para hacer sus emisiones especiales. La rue Voltaire estaba abarrotada de furgonetas con parabólicas, de donde se está emitiendo a todo el mundo todo lo que sucede estos días en la capital. También hemos podido comprobar que en los restaurantes y sus semi-terrazas había gente cenando, algo que nos ha sorprendido. Comentaban por la radio que la gente no se ha resignado a perder su modo de vida, y quieren seguir haciendo lo que hasta ahora solían. El mal cuerpo parece no haberse despejado del todo, aunque esperamos que en los próximos días la ciudad vuelva a respirar cierta tranquilidad. En cualquier caso, dudo que París vuelva a ser la misma…
Desde tu pueblo, Xixona, todos estamos hoy y siempre con París, con Francia y contra los salvajes descerebrados, sean de la confesión que sean, porque nos han atacado a todos nosotros, al margen de toda frontera, incluso a gente musulmana que quiere la paz y rechaza toda violencia y la barbarie. Desde anoche estoy siguiendo los acontecimientos en las tv’s de aquí y de allí (France24), he estado cuatro veces en París y me siento atacado como ellos y hoy mas que nunca os muestro mi apoyo y solidaridad. Un abrazo. @allorens64.
Así es Ángel. Al final hemos sido todos atacados. El dolor es compartido. Muchas gracias por tu apoyo, y un abrazo de vuelta per al poble del meu cor 😉
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